martes, 27 de septiembre de 2011

La Ertzaintza buzonea consejos antirrobo en cien bloques con andamios de Bilbao

Los robos en domicilios han experimentado un «repunte» en los últimos meses en Bilbao y en el resto de Bizkaia. Concretamente en la capital han sufrido un aumento de un 23% entre enero y agosto con respecto al mismo período del año anterior, según los datos de la comisaría de la Ertzaintza en Bilbao. Crecen especialmente los considerados como «oportunistas», cuando el ladrón aprovecha que la ventana está abierta o que no se ha cerrado la puerta de la vivienda con llave, por ejemplo, para colarse. Dentro de ellos, la Policía ha detectado un crecimiento destacado de los asaltos por el método del escalo en bloques de viviendas con andamios. La explicación es sencilla. Los delincuentes «no se complican la vida, van a lo fácil y trepan por el mecanotubo», resume Íñigo, agente especializado en la investigación de estos casos.
La comisaría de Bilbao decidió tratar este delito como «actividad preferente», al mismo nivel que los homicidios, las agresiones sexuales o la violencia de género, y ampliar el número de ertzainas dedicados a perseguir a ladrones de pisos.
Entre otras medidas, la Policía autonómica ha buzoneado una carta con sencillos consejos antirrobo en un centenar de edificios de viviendas en proceso de reforma en la capital vizcaína a lo largo de este mes de septiembre. En total, se han editado unos 1.500 escritos con un listado de once indicaciones. Se busca la «implicación» de los residentes, su «colaboración pasiva», porque «ellos son los primeros interesados en que no se produzcan robos». Y ha dado sus frutos. Según la estadística de la Ertzaintza, desde que se han repartido estas advertencias entre los vecinos afectados, sólo se han denunciado en Bilbao dos robos en bloques con andamios.
Precisamente, los delitos que más han aumentado son los más fáciles de prevenir, «simplemente con dar varias vueltas de llave a la cerradura nos quitaríamos un centenar de casos», asegura Íñigo. El método conocido como el 'resbalón' sigue siendo el más utilizado por los cacos. Basta con recortar el cuello de una botella de refresco de dos litros y pasarlo por la ranura de la puerta para abrirla de forma limpia. Aún hay muchas personas que olvidan cerrar con llave o «que dejan la cocina ventilando mientras están fuera dos o tres horas», advierte el policía. «Hay que ponérselo difícil, ellos no se empeñan, van a lo que sea. Si tu trancas con llave y el vecino no, él será la víctima perfecta para ellos. Hay algunos que suben al sexto y van 'tocando' en todas las puertas».
'Durmientes'
Desde que el año pasado quedó desmantelada una banda de 'durmientes o silenciosos', ladrones que aprovechan cuando los moradores están en la cama para entrar en el domicilio de forma sigilosa, los asaltos cometidos en viviendas ocupadas son «prácticamente inexistentes». El pasado julio, una vecina de 62 años de una de las torres de La Casilla se encontró con un ladrón en su habitación. En lugar de dejarle marchar, la mujer se enfrentó a él y terminó con una fractura craneal. El asaltante la empujó y la señora cayó golpeándose la cabeza contra la esquina de la mesita.
Otra mujer denunció en Bilbao que estaba sentada en el sofá viendo tranquilamente la televisión cuando un desconocido entró en el salón, le chistó para indicarle que no gritara y se fue por la puerta. La denunciante reconoció al caco, que fue imputado por la Ertzaintza. No es lo habitual. «Si encuentran a alguien en la vivienda, suelen huir, evitan el choque porque saben que eso endurecería la pena en caso de ser sorprendidos», advierte un mando de la Ertzaintza, que aconseja no enfrentarse nunca a un ladrón. «No merece la pena jugársela, en ese momento son como un animal enjaulado y pueden reaccionar de la peor manera».
Pese a representar un porcentaje mínimo de la criminalidad en la ciudad, un 1,08%, los robos en domicilios generan alarma social y una gran sensación de indefensión en las víctimas. «Para todos la casa es inexpugnable, un lugar totalmente seguro, por eso cuando un intruso la viola, es como si atacaran tu esfera más íntima», explica el ertzaina.
Las bandas especializadas están detrás de los robos «elaborados»; suelen forzar cerraduras o fracturan puertas con herramientas fabricadas al efecto. «Hace muchos años que no veo una ganzúa en Bilbao». «Te vigilan unos tres días para conocer tus horarios». El valor de los daños suele superar el de lo robado. Los ladrones buscan dinero, joyas y aparatos electrónicos, como ordenadores portátiles, consolas, cámaras de vídeo o teléfonos móviles, de los que se deshacen con rapidez en el mercado negro.
Contra lo que pueda parecer, la franja horaria en la que se producen más robos va de las doce del mediodía a las cinco de la tarde y desde las nueve a la medianoche.

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